Qué es la deposición de energía focalizada o directa (DED)
La tecnología de deposición de energía focalizada o directa (conocida también con las siglas DED) es un proceso de fabricación aditiva en el que se utiliza energía térmica focalizada para fundir materiales a medida.
Esta tecnología puede utilizar materiales en alambre o en polvo.
Dichos materiales son pulidos gracias a la energía proporcionada por un arco de plasma, un láser o un haz de electrones.
El material se funde al mismo tiempo que se deposita.
A menudo se le puede denominar con diferentes nombres como: deposición directa de metal (DMD), fabricación aditiva de haz de electrones (EBAM).
Esto, al igual que ocurre en otras tecnologías, depende del fabricante y la aplicación en la que se utiliza.
En este sentido, hay que destacar que en el caso de los sistemas basados en láser se requiere una cámara completamente cerrada si se trabaja con metales reactivos.
En el caso de los sistemas basado en haz de electrones el proceso debe realizarse al vacío para evitar que los electrones interactúen o sean desviados por las moléculas de aire.
Ventajas del uso de la Deposición de Energía Focalizada
En comparación con otras tecnologías de impresión 3D de metal, la técnica DED tiene la capacidad de utilizar solamente el material necesario.
Además, en comparación con las técnicas de fusión por lecho de polvo en el que, por ejemplo, todo el material se caliente y puede modificarse, la fabricación DED sólo calienta el material que necesita para imprimir.
También es posible utilizar la deposición de energía directa con polímeros y materiales cerámicos.
Por ejemplo, la empresa AREVO utiliza su técnica llamada Polímer DED, que emplea un filamento de fibra de carbono para fabricar piezas compuestas más ligeras para aplicaciones de uso final.
Para los metales, casi cualquier solución que sea soldable puede imprimirse en 3D con tecnología DED.
Eso incluye al titanio y sus aleaciones; al inconel, el tántalo, el tungsteno, niobio, al acero inoxidable, al aluminio, etc.
Hay que tener en cuenta que una pieza creada con la tecnología DED no contará con un gran acabado ya que podemos ver fácilmente las capas.
Por ello, la utilización del mecanizado después de la impresión es una práctica muy común en la industria que la emplea.
Para hacerlo más sencillo, hoy en día existen máquinas híbridas que integran ambos sistemas de fabricación –aditiva y mecanizado- que optimizan el post-tratamiento de las piezas.
Fabricantes que usan tecnología DED
Actualmente, el mercado cuenta con varios fabricantes de impresoras 3D de metal que utilizan la tecnología DED.
En España, el fabricante Meltio, con su modelo M450, permite la fabricación con diversos materiales, ya que es una máquina de código abierto.
Otros fabricantes que crean máquinas láser DED son TRUMPF, Optomec, DMG Mori, Relativity o la empresa italiana PRIMA ADDITIVE.
Una de las grandes ventajas de la tecnología DED es que permite crear grandes piezas impresas en 3D con metal.
Además permite crear prototipos industriales, moldes y matrices, series cortas, fabricación en serie, revestimiento y reparación.
El uso de esta técnica está muy difundida en industrias con una demanda de piezas metálicas grandes como la automoción, la naval o la aeroespacial.
A la hora de fabricar con esta técnica, se debe tener en cuenta que la cantidad de calor necesaria para fundir el metal está muy por encima de la temperatura del entorno de impresión.
Por lo que debe haber un control de la temperatura para cada tipo de material. Esto evitará que las piezas puedan deformarse.
AIDIMME, junto a CEIT, CATEC y LORTEK, forma parte del proyecto CEFAM cuyo objetivo general es la creación de una red de excelencia en Fabricación Aditiva.
Un red soportada sobre dos pilares complementarios: un know-how reconocido a nivel internacional y una orientación al mercado que permita actuar como elemento tractor del tejido industrial español.
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